martes, 6 de mayo de 2014

volver de bailar en remís

volver de bailar en remís
a los quince
desde haedo
después de
animarme a hablarle
a alguna chica que
seguro me rechazaría

me subía solo
a un renault 18
o un fiat duna
cuyo chofer iba escuchando
no sé tú
de luis miguel mientras
yo me hundía
en el asiento de atrás
viendo por la ventanilla
al bullicio alejarse
y a mi sábado extinguirse
lentamente

4 comentarios:

  1. Genial.

    Soy seguidor de este blog, ahora que me lo crucé.

    Un abrazo.

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  2. Esto también podría llamarse "Rumbo a la paja" (?)

    Qué cosa cuando toda la expectativa se diluye de ese modo, en el esperable rechazo. Qué cosa -que cada vez cuesta más- recomponer la voluntad de volver a intentarlo.
    Ha pasado el tiempo (del tiempo aquel y del tiempo del post) y el rechazo fue tomando otras formas.
    Y el desvanecimiento de la expectativa también. Hace poco me pasó en esa zona, donde Ramos pasa a ser Villa Sarmiento y Gaona merma la tensión del sábado a la noche: fui a un recital, sin compañía, y mientras todos -que no eran muchos- estaban en pareja o se saludaban como conocidos, y mientras el comienzo del show se demoraba, pegué media vuelta y me volví caminando hasta el Coto de Ramos a tomar el bondi (oh, mi comportamiento impulsivo, jaja).

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