martes, 27 de noviembre de 2012

El canto de un grillo


el canto de un grillo
corrompe para siempre
esta frágil certidumbre
y ya no hay lluvias ni ritos
que puedan penetrar
en la suave espesura

de estos deseos que queman


lunes, 15 de octubre de 2012

todos mis viajes


todos mis viajes
algún día se convertirán
en otro espejo
donde los rostros
que nunca me miraron
desembocarán en una tímida victoria
junto a esas tardes
repletas de sol

que siempre serán un misterio


domingo, 23 de septiembre de 2012

Se asoma el viento


Se asoma el viento
entre los árboles
y una palabra nos separa
en el colmo de esta mañana

el silencio se refleja
en el desayuno frío
y entre las gotas olvidadas
de aquel verano


martes, 11 de septiembre de 2012

Spinetta y lo inasible en Don Lucero



Spinetta y lo inasible en Don Lucero




Se escribió (y se habló) muchísimo y se lo va a seguir haciendo sobre la obra descomunal, intensa, genial, e irrepetible de Luis Alberto Spinetta. Pero por suerte, al ser tan vasta, siempre hay algún intersticio por donde podemos observarla casi como por una cerradura. El disco Don Lucero, el del dibujo de esa especie de Sol humanizado, diseñado en una computadora “Amiga”, es de 1989 y no es de lo más festejados ni de los más célebres, pero que guarda en sí una belleza extraordinaria. Pero en este disco, que es un tanto desparejo, se destacan tres canciones (de las que solo voy a referirme a las letras, que pueden ser leídas tranquilamente como poesías, y al fin al cabo también son eso) por sobre las demás: Fina ropa blanca (el más conocido, un clásico a esta altura), Un sitio es un sitio y Un gran doblez. Con ellas se puede trazar un recorrido donde abundan las imágenes que giran en torno a una ausencia, a una indeterminación que se va volviendo exasperante; con gran maestría El Flaco ha sabido desperdigarlas a lo largo del disco para que, como detectives de otra dimensión, vayamos hurgando en ellas.  Estos tres canciones/poesías son más que eso, son tres que se transforman en casi una sola,  tres puntos de vista de un objeto aún no descubierto, y que ya no pueden separarse.
“Ella reía con su fina ropa blanca/ despojándose al sol/ como un fantasma que deshollina/ todo mi cuerpo/ Una piedra en el sol”. Así comienza esta obra, abriendo fuego hacia un sinfín de fotogramas bellísimos para luego dar paso a una concatenación de certezas, dudas y preguntas: “Todo el cielo se fue/ y en busca de qué/ ¿Acaso las sombras huyan?”. Y estas dudas, estas preguntas no conseguirán jamás respuestas sino solo puntales hacia otras figuras que no nos aclaran nada, pero que nos llenan los sentidos: “Algo lumínico en su cierre que se abre/ algo inerte y final.” Esta frase tiene su complemento perfecto con  “Algo que tiene un gran doblez/ en la conciencia y espera.” Las dos se refieren a ese algo, a eso que no se puede nombrar no por prohibición sino porque no se sabe a ciencia cierta qué es, sino solo un eco que se repite, atrapado en la posibilidad de la eterna ignorancia. Pero hay otro algo más en un Sitio…: “Un sitio es un algo/ un algo sin novedad” Ese algo sigue siendo parte de una desolación, de una orfandad que nos impide verbalizar lo que sentimos, en el doble sentido de experiencia perceptiva y de sentimiento. Y además vemos un ocultamiento en  “el doblez en la conciencia”, cosas que quedan del otro lado y no llegamos a ver, o no queremos (“estando en pose de avestruz”), por presunto horror o quién sabe qué. Y “el cierre que se abre” también apunta a este sentido: se nos deja ver solo una parte, una porción, un recorte nada más de un universo totalmente vedado a nuestra imperfecta humanidad que tal vez se va deshaciendo en este acto sin solución.

También con recurrencia aparecen nieblas, sombras, brisas; fenómenos lumínicos y  meteorológicos que a todas letras son difusos e inasibles.  Tan inasibles como estas riquísimas canciones y toda la atmósfera que crea Luis Alberto que llega al oxímoron de “un sitio es una onda cuadrada”. Y todo el tiempo se respira algo urgente, una inminencia: “Sólo me importa el resplandor,/es el momento de gato (…)Sólo un sigilo intrascendente,/ una acción obvia.” Se percibe que algo sucedió, está sucediendo o sucederá y no llegamos a atraparlo, una eterna fugacidad escapándose para siempre. Puede ser visto como un deja vu, una percepción incomprensible e incomprobable que nos hace dudar una y otra vez haciendo aparecer nuevamente la incapacidad de verbalizar, la mudez de los sentidos. Hay un estado confuso en la “conciencia siamesa”, que serían dos maquinarias de percepción y pensamiento que actúan simultánea pero no solidariamente, haciendo que ese dato clave, esta llave esclarecedora no llegue a nunca a nuestras manos. Y esta imposibilidad llega casi hasta la desesperación, explicitándose en un extraño ruego, clamando no por la concreción de un deseo sino sólo por la visibilidad, aunque sea mínima o parcial, de eso desconocido, ese algo que se posa ante nosotros como el tesoro más preciado del mundo pero que no sabemos qué es: “¿qué cosa?/ ¿qué cosa?/¿qué cosa pediré yo a mi santo?”.



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 http://www.jardindegente.com.ar/index.php?nota=letras_ungrandoblez

 http://www.jardindegente.com.ar/index.php?nota=letras_unsitio

domingo, 9 de septiembre de 2012

Nota: La poesía está en todos lados


La poesía está en todos lados: en la mugre de la ventana, en el pasto crecido, en la luz que emana la heladera en la oscuridad de la noche. Solo hay que saber cómo encontrarla y luego construir con palabras el edificio que la sostenga. La poesía, amigos, como la verdad en X FILES, está allá afuera.

jueves, 30 de agosto de 2012

Una colección de antiguas sospechas



Una colección de antiguas sospechas
invade mi historia
crea enemigos que no me conocen
cartas para ayer
y un cartel de prohibido pasar
cada vez que me dicen

amor


miércoles, 1 de agosto de 2012

hay una mancha en la ventana


hay una mancha en la ventana
una imagen inaudita
se proyecta en vos
por el sol o un capricho

puede que esta escena
no haya jamás existido
o sea reescrita en el anochecer
de un día

para nada agitado


miércoles, 18 de julio de 2012

Nada que decir


Nada que decir
en esta ciudad sin música y sin río
de este cielo neutro
que me mira a través de la pantalla
             
de este suelo que solía pisar
apenas quedan
burbujas quietas
a la espera de nombres y sombras
rendidos rumores

de una eternidad que se evapora


martes, 17 de julio de 2012

Se forma un valle en mí


Se forma un valle en mí
todo el odio y el amor
caben en una piedrita
donde silbo melodías
hace tiempo olvidadas


lunes, 16 de julio de 2012

Qué no daría

Qué no daría
por ser Edward Scissorhands
sufrir ese amor por Wynona
tallar su figura en el hielo
hacerla bailar como un ángel
bajo una extraña nevada